NUTE GUNRAY Los neimoidianos son conocidos por su excepcional organización y destreza para los negocios. Pero Gunray era el mejor de todos. Su naturaleza poco escrupulosa le hizo ascender hasta la posición de Virrey de la Federación de Comercio. Como oficial ejecutivo de la Confederación Gunray lideró el bloqueo y la consiguiente invasión de Naboo.

Las promesas de Darth Sidious, su sombrío benefactor Sith, hicieron que Gunray llevase a cabo este ilegal plan. Cuando Naboo estaba sitiado Gunray trató de forzar a la Reina Amidala para que firmase un tratado que legitimase la invasión. Durante la ocupación del planeta Gunray demostró que era capaz de cometer cualquier atrocidad para conseguir ganancias comerciales y poder. Atrevidamente ocupó el antiguo salón del trono de la Reina mofándose del gobernador del planeta, Sio Bibble, mientras el pueblo de Naboo sufría los efectos del embargo. La cobardía de Gunray quedó demostrada cuando los rebeldes de Naboo liberaron el Palacio Real. El neimoidiano se ocultó tras escuadrones de droides de batalla temiendo que la lucha tuviese lugar demasiado cerca de su salón del trono. La Reina Amidala se infiltró en su propio palacio y disparó a los protectores de Gunray. Apuntando a Gunray Amidala declaró que la ocupación había terminado. Arrestado por los oficiales de la República, Gunray y su lugarteniente Rune Haako fueron llevados para responder por sus crímenes. Se arriesgaban a perder la lucrativa licencia de comercio con este inapropiado comportamiento. Pero incluso la justicia se corrompió durante los últimos tiempos de la República. Después de cuatro juicios en la Corte Suprema, Gunray conservaba su posición de Virrey. Cuando el movimiento separatista del Conde Dooku empezó a calar en la República, la mayor parte de los emporios comerciales de la galaxia se vieron atraídos por la idea de unas reformas galácticas que podrían beneficiar al comercio. Gunray era uno de ellos, así que se alió con la recién creada Confederación de Sistemas Independientes confiando en el asesinato de Padmé Amidala.

Para ello el caza recompensas Jango Fett reclutó a Zam Wesell. Aunque Wesell falló, Amidala  finalmente fue capturada por las Fuerzas Separatistas e iba a ser ejecutada ante Gunray. Amidala demostró ser difícil de matar y cuando dio inicio la primera confrontación de las Guerras Clon Gunray se acobardó de nuevo y huyó del conflicto. Gunray empezaba a cansarse de la guerra y las visiones de riqueza y conquista prometidas por el secreto benefactor de los Separatistas Darth Sidious. Se cuestionaba incluso el liderazgo del General Grievous, aun con el riesgo de ganarse las iras del general cyborg. Cuando Sidious trasladó a los líderes del movimiento Separatista a Mustafar, Gunray pensó que el fin de la guerra estaba cerca. Tenía razón, pero su fallecimiento también lo estaba. Darth Sidious traicionó a los Separatistas tras utilizarlos como un motor para convertirse en el Emperador de la galaxia.

Ya no los necesitaba, por eso envió a su aprendiz Darth Vader para que los matase. Vader pasó por su sable a cada uno de los barones Separatistas dejando a Gunray para el final. El aterrorizado neimoidiano suplicaba por la paz, pero Vader le silenció con un golpe de su sable en el torso. UNIVERSO EXPANDIDO Algunos planes secretos, como la adquisición de las minas de Dorvalla condujeron al ascenso de Gunray al directorio de la Federación de Comercio. Su incuestionable avaricia llamó la atención de Darth Sidious que reclutó a Gunray y sus asociados Rune Haako, Daultay Dofine y Hath Monchar, para un plan Sith encubierto. Las maquinaciones de Sidious acabaron con el directorio de la Federación de Comercio. Durante un inteligente asalto a una conferencia de comercio en Eriadu, Gunray fue apartado de un ataque en el que murieron todos los miembros del directorio. Así es como Gunray obtuvo el título de Virrey y Sidious tuvo más poder a su disposición.